No sé por dónde empezar, hay tanto por contar y tantas imágenes estupendas, que esto me va a llevar más de un día. Así que me pongo a ello despacito y con buena letra.
Gracias a unas fiebres raras producidas por algún puñetero bicho (supongo, pues no conseguí saber a qué se debieron) tuve la suerte de que Luisi se viniera a C. Rica diez días antes de lo previsto y claro, la compañía y un antibiótico ayudaron a mi curación. Después de unas jornadas caseritas todo se resolvió bien pues me dio tiempo a rematar el trabajo pendiente y a pasear un poco con Luisi por San José, antes de que llegaran Jany y Ramón y empezáramos la tournée.
El fin de semana nos fuimos a Barva un pueblo muy bonito cerca de S.José en el que son muy típicas las figuras tipo gigantones y cabezudos. Aquí estoy en un banco de la plaza y Lusi delante de una papelera.
Muy cerca de ese pueblo está un restaurante que recomiendo a quien vaya por allí, que se llama La Lluna de Valencia es de un valenciano viajero afincado entre los ticos y que es simpatiquísimo. Se monta unos saraos todos los fines de semana que no veas y lo más importante, se come muy bien, las paellas son de lo mejorcito que se puede comer fuera de España, el alioli auténtico y de chuparse los dedos, los chipirones, la chistorra…en fin una comidita española de lo mejor.
http://www.lallunadevalencia.com/index.php
Paseos por el centro de S. José rematados con comidas guays
Una de ellas en El Beso al lado de la ofi con Irina y Carlos Alberto dos
El domingo día 8 fuimos a esperar a Ramón y Jany de esta guisa
Y llegaron y nos tomamos la primera caipiriña
El martes nos fuimos a la Playa de Puerto Viejo en el Caribe, un pueblito precioso con ambiente algo hipioso-surfero y música regae en el que habíamos alquilado un apartamento a pie de playa. Desde la carretera pudimos ver las fumarolas del volcán Turrialba que últimamente está revolucionado.
La escuela que nunca falte.
El jamón ibérico es siempre nuestro mejor compañero de viaje…Y la siesta ¿cómo no?
El apartamento era estupendo, frente al mar y con sólo unas palmeras separándonos del agua.
En la playa había de todo menos gente.
Un día que llovió estuvimos en Sixaola (el puente es la frontera con Panamá) y otro en Manzanillo, una playa cercana más salvaje y tranquila todavía que P.Viejo.
Como podéis imaginar tengo montones de fotos de playas, puestas de sol y paisajes preciosas, pero aquí trato más de transmitiros el gustazo de la experiencia que enseñaros fotos, pues además de haber millones y mejores, los olores, colores, vientos y paces que se sienten no están en la foto nunca.
Y bueno, con Ramón, el fotógrafo profesional (aunque de vez en cuando se deje la batería en casa) y nuestro estupendo coche…nos fuimos con la música a otra parte.
Fotito con el mando a distancia
1 comentario:
Bueno: yo pretendía comentar lo del otoño madrileño, pero me obliga a hacerlo desde tu turnée de costa rica, que también está muy bien.
Esto es sólo una prueba...
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