jueves, junio 27, 2019

NUESTRA EXPERIENCIA ROMANA (Capítulo I)

La idea de vivir una experiencia romana surgió el año pasado durante mi estancia en Granada y leyendo un libro de Javier Reverte que se llama “Un otoño romano”. Los paseos por esta ciudad tan especial me dieron tanta envidia que me propuse imitarlos aunque reducida un poco en el tiempo, él estuvo tres meses y yo lo haré sólo un mes.

He buscado un piso grande para poder compartirlo con familiares y amigos, como imaginaba la respuesta ha sido total. Todos los días del mes voy a estar acompañada.

La vivienda está muy bien ubicada en una calle comercial importante pero fuera del circuito turístico, en el Prati, muy cerca del Vaticano. Es un piso antiguo enorme en un edificio señorial, ascensor de los de antes y con un patio interior amplio que permite que la luz entre por todas las enormes ventanas.
















Saliendo de casa sólo tienes que cruzar el río Tiber dando un paseo de lo más agradable y ya estás en el centro.





El primer día hicimos un tour gastronómico que, iniciando en el Campo di Fiori, nos han llevado por varios puntos del centro histórico degustando cosillas típicas. Primero unas fresas (fragole) en uno de los puestos callejeros de la plaza y ahí mismo hemos entrado en el Forno de Campo di Fiore para probar un trozo de pizza simple, la pizza rossa, sólo con salsa de tomate en una masa fina y crujiente, muy rica.




A continuación el plato fuerte. En la Prosciutteria cantina dei papi (Via del Governo Vecchio, 21) un surtido de embutidos, vegetales aderezados y queso. La selección nos la hizo la guía pero se puede elegir entre una gran variedad de productos.

Caminando en dirección hacia la Piazza Navonna paramos en MAMI para comer unas bolitas típicas de Roma que se llaman Suppli y están hechas con arroz y un poco de mozzarella dentro. Las hacen de muchas mezclas pero parece que esa es la típica.

De ahí al chocolate de Venchi y unos helados artesanales en la Gelatería Corona cerca de el Largo Torre Argentina. Terminamos comiendo unos canolli en una antigua pastelería siciliana que se llama I Dolci di Nonna Vincenza. Un festín romano para empezar a tomar contacto.

El lunes 29 no paró de llover pero nosotros intentamos varias veces salir a pasear. Por el Prati (el barrio en el que está la casa) nos movimos hacia el mercado, nos entretuvimos en una tienda preciosa que se llama Castroni (http://www.castroni.it/es). Tiene varias sucursales distribuidas por otras zonas de Roma y os la recomiendo pues podéis encontrar todo tipo de comidas y bebidas de buena calidad, variadas y exóticas. Desde un caviar Beluga hasta un cruasán, un café excelente molido en el momento o cualquier especia.

El Mercato dell’Unitá es el que está en nuestra misma calle, no es muy grande pero es bonito y tiene un poco de todo. La variedad de frutas y verduras que consumen en Italia hace que pasear por el mercado sea un entretenimiento especial para los que nos gusta cocinar y zampar.
CASTRONI



MERCADO
















Un detalle que me ha llamado mucho la atención es la cantidad de puestos de venta ambulante (legales y muy bien montados) que hay a lo largo de toda esta calle que se supone que es de lo más “pija”. Al lado de Tiffany, de Max Mara y otras marcas similares hay puestos de ropa, bisutería, gafas, etc.

Además de tiendas y el mercado en este barrio hemos frecuentado dos restaurantes que merecen la pena, el más económico y con unos platos muy ricos se llama La Tavernella da Luisa (excelentes las pizzas napolitana y calzone). El otro es la Trattoria Ai Vinilli, muy casero.
 Pizza de La Tavernella 




Para tomar el aperitivo hay dos terrazas agradables en la Piazza Cola da Rienzo, Portofino y Vino e Focaccia.
Aperitivo de Portofino

Bueno, al margen de los consabidos y entretenidos paseos por el Trastevere, la Piazza Navona, Panteón…desde la puerta de casa hemos enfilado varias veces hacia la Piazza del Popolo para desde allí caminar por los jardines de Villa Borguese que son una delicia.






La ubicación de este alojamiento creo que no puede ser mejor:  si miras en forma radial te encuentras, de frente, atravesando el puente Humberto I, con la Piazza Navona, hacia la izquierda, cruzando el puente Regina Margherita, con la Piazza del Popolo y hacia la derecha el Vaticano, el Castel Sant Angelo y el Trastevere. 

Hasta aquí los primeros días con Ramón, a partir del 1 de mayo ha empezado el desfile de visitas que ha sido muy amplio y variopinto, así que voy a contar algunos paseos interesantes que puedan servir de guía a los que visiten esta impresionante ciudad.

- Subida a la terraza del Gianicolo y San Pietro in Montorio (Real Academia Española): a la altura del puente Amadeo Saboya inicia la subida por la Via del Gianicolo. Pendiente pronunciada al principio pero compensada con las vistas de Roma que encuentras en los diferentes miradores. A partir de la Plaza Garibaldi (mirador Gianicolo) empieza la via con el mismo nombre y el descenso al Trastevere. Es en este paseo en el que te encuentras con la iglesia de San Pietro in Montorio y la Real Academia adosadas una a la otra.
La iglesia, que está muy relacionada con España pues la mandaron construir los Reyes Católicos, es también un convento de franciscanos españoles. Lo más famoso arquitectónicamente es el Templete de Bramante. Os dejo el link para quien quiera informarse con detalle. https://es.wikipedia.org/wiki/San_Pietro_in_Montorio



La Real Academia española está en una parte del convento, muy reformada y cuidada permite el acceso gratuito al Templete. Al lado está también el Instituto Cervantes.

En un momento de este paseo me encontré con esta placa con un pensamiento de Stendhal.










Al salir te puedes “dejar de caer” por cualquiera de las calles que te encuentres y aparecerás en pleno corazón del Trastevere en donde te esperan manjares suculentos. 😋😋😋


El Trastevere es una zona de lo más agradable para pasear por sus callecitas enrevesadas y sus comercios curiosos, recomiendo entrar en la Basílica de Santa María del Trastevere muy original por lo ecléctico de sus estilos https://trastevereroma.com/blog/santa-maria-in-trastevere-y-su-tesoro-desconocido/ y situada en una plaza animada.
Si os apetece tomar el vermut en un bar antiguo o lo más parecido a nuestras tabernas en cuanto a ambiente y decoración, os recomiendo el bar San Calisto en la plaza del mismo nombre (muy cerca de Sta. María). Yo tomé spritz una bebida refrescante con alcohol que toman mucho por allí https://es.wikipedia.org/wiki/Spritz os recomiendo pedirla con Campari en vez de con Aperol, es un poquito más cara pero empalaga menos.



Recomendaciones de restaurantes en el Trastevere que hemos conocido y nos han gustado:

L’Antico Moro clásico, buena pasta, alcochofas y buenos precios.
La Scala, en una placita muy mona y con menú a buen precio.
Da Enzo, comida muy rica aunque suele haber cola para sentarse. Para mi gusto un poquito incómodo por la gente que hay, eso sí, sirven rápido.
Ai Bozzi, aquí cenamos un viernes en una terraza de lo más agradable. Recomiendo las carrilleras exquisitas si os apetece dejar la pasta por un día.
Este barrio es muy frecuentado por turistas y romanos por lo que es necesario reservar previamente (o muy recomendable), si no quieres perder tiempo esperando y dando vueltas.

En el paseo desde casa hacia la Plaza Navona por el puente Humberto I es imprescindible la foto.





Otra foto romana que a ningún visitante le falla es la de la maravillosa Fontana de Trevi. Eso sí, hay que currarselo bastante porque la aglomeración de turistas es constante a cualquier hora del día.





No penséis que sólo nos hemos dedicado a hacer fotos, noooo… Las visitas culturales también nos las hemos currado mucho.
Una visita al Coliseo y el Foro a las 8 de la mañana y bajo la lluvia constante dan prueba de ello.




 Así acabamos, agotaítos.


Aunque la temperatura ha sido muy buena ha llovido bastantes días, por suerte casi ningún día completo. El ponchito, paraguas o chubasquero había que llevarlos siempre a mano.

Un paseo precioso que he repetido varias veces es la subida hacia los museos capitolinos por la Via Monte Tarpeo, tienes unas vistas al Foro preciosas y además no está muy saturado de gente. Otra foto repetida.




Seguimos con la cultura. Un amigo italiano que vive en Toledo nos puso en contacto con Valentina, guía romana que nos preparó una visita guiada a la basílica de San Clemente  muy cerca del Coliseo. La historia de este edificio es de lo más interesante pues las excavaciones arqueológicas han conseguida sacar a la luz tres edificios sobrepuestos: en la planta más baja una domus de las primeras épocas del cristianismo y un templo dedicado a Mitra, encima de parte de estas edificaciones una basílica de comienzos del siglo V que se quemó en el siglo XI y, por último, a nivel del suelo actual, la Basílica que se construyó a finales del siglo XII.




Para concluir este capítulo dos recomendaciones gastronómicas en las cercanías del Coliseo que en el caso de esta zona especialmente importantes pues se trata “gueto” turístico por excelencia en el que los “asaltos” son muy frecuentes. Son dos restaurantes que están uno enfrente del otro:

Trattoria da Valentino, casero y tradicional con unos postres (además del resto de platos) especiales.

La Base, completamente diferente de ambiente. Puede parecer y engañar a primera vista, un burguer? o un bar de copas? modernillo para turistas de todo tipo, sobre todo porque tiene una carta amplísima que a los de “boquita fina” siempre nos pone en alerta. Sin embargo comimos muy bien y muy ajustado de precio. De lo más recomendable.

Me he acordado de repente de otro restaurante muy bueno y que también está en zona bastante turística, en el entorno de la Fontana de Trevi. Se llama Colline Emiliane, una exquisitez, es un poquito más caro que la media pero la pasta (hecha en el obrador a la vista) y las materias primas son excelentes. No es recomendable para ir en grupo.











NUESTRA EXPERIENCIA ROMANA (Capítulo II)

Continuamos con los estupendos paseos recomendables que hemos hecho en Roma.

Muy cerca del Circo Massimo están las Termas de Caracalla, ruinas de un lujoso complejo de baños de la época imperial, un spa en toda regla. Lo que se visita ahora son nada más que ruinas pero al pasear por su interior se hace uno la idea de lo grandioso que debió de ser este enorme complejo. Te ofrecen a la entrada unas gafas de realidad virtual a 7 euros, no son gran cosa pues en realidad se trata de una audioguía normal con alguna foto de recreaciones de lo que se imagina que fue, pero ayuda un poco a situarse y relajarse como si estuvieras en el spa. Eso sí, no cometáis la tontería de alquilar unas gafas por persona pues con unas es suficiente. El parque que rodea a las termas es fenomenal para descansar un poco después de las caminatas.





A nuestra guía de la ruta gastronómica le pregunté por alguna zona curiosa fuera de los círculos turísticos y nos recomendó dos: Garbatella y Pigneto.

A Garbatella llegamos después de una buena caminata, larga y a veces por sitios un poco anodinos, pero nos encantó. Según he leído este barrio se fundó a finales de los años 20  con viviendas de protección oficial. Parece que el tipo de construcción de las viviendas se inspiró en el estilo de la Cidad Jardín inglesa y consiste en lotes de viviendas en torno a un jardín común.

La sensación es de un barrio tranquilo y popular (se han rodado muchas escenas de películas) pero parece que con mucha historia https://urbancidades.wordpress.com/2009/01/11/la-garbatella-un-barrio-de-roma/  Creo que ahora está de moda y por la noche tiene mucho ambiente.

Para los que ya conocéis Roma esta visita puede ser un “cambio de tercio” de lo habitual.






Aunque he comentado que en el paseo hacia Garbatella recorrimos alguna zona mas “feucha” (comparado con lo que habitualmente te encuentras por esta ciudad) me gustaría recomendar la primera parte que recorre la zona del Testaccio. Por la Via Marmoratta hacia la Pirámidece Cayo Cestio y la Porta de San Paolo. Por cierto a esta zona volvimos otro día buscando un restaurante recomendado y que no nos defraudó, se llama La Fraschetta di Mastro Giorgio en la calle Mastro Giorgio, muy buena comida típica romana.


Bucatelli con almejas y mejillones y bacalao al horno.

La visita a Pigneto fue muy distinta, primero porque llovía y segundo por la hora (media mañana). Aclaro, por lo que me han contado este es el barrio de moda de la cultura alternativa y postmoderna, una huída de gente joven y artistas modernos, de los carísimos precios del centro de Roma y claro, por la mañana y con mal tiempo, el ambiente era un poco aburrido, como si estuvieran durmiendo. El caso es que nos dimos una vuelta por el,boulevard y aunque pensábamos comer por allí pues nos volvimos hacia el centro en busca de alguna vianda sabrosa.

Como por ejemplo lo que fue esta carcciofi a la romana.

Bueno, me estoy liando un poco y no se como conducir este relato tan cargado de experiencias de todo tipo, así que voy a reseñar los puntos de mayor interés que aún me quedan por contar.

IGLESIAS: aviso importante, la entrada a las iglesias es gratis aunque echar monedas para que se iluminen algunas capillas muy visitadas, eso sí, los curas comen y por eso cierran entre las 12:00 (o 12:30) hasta las 15:00 (o 15:30)

Basílica de San Pedro, entrada gratuita, si vas a buena hora por la mañana hay poca cola. La subida a la cúpula puede tener su gracia pero no esperéis grandes sorpresas pues las mejores vistas las tiene hacia atrás (la parte monumental de Roma está bastante tapada por las enormes esculturas de los doce apóstoles), eso sin contar con que hay que pagar 10 euros y subir como 200 escalones.







Panteón de Agripa  Sin comentarios.



Santa María del Poppolo, preciosa basílica con varias joyas como los Caravaggio y una capilla diseñada por Rafael y terminada por Bernini, entre otras.

San Luis de los Franceses  y Basílica de San Agustín. Recomiendo la visita a estas dos iglesias que están próximas entre ellas, porque son una preciosidad (la primera la diseñó Giacomo de la Porta) y albergan obras de arte de Rafael, Caravaggio y otros muchos.

Santa María de la Victoria otra iglesia barroca en donde se puede ver la escultura de Bernini “El éxtasis de Santa Teresa”

Una iglesia famosísima y que yo (no sé por qué avatar del destino) he visitado es la de San Pietro in Vincoli en donde se encuentra el famoso Moisés de Miguel Angel.

De todas estas iglesias hay mucha información en guías y links diversos.

GALERÍAS DE ARTE: Una recomendación importante respecto a las galerías que hemos visitado se refiere a la compra de entradas. Excepto la Galería Borghesse que hay que comprar las entradas con mucha antelación (15 / 20 días), las demás se pueden adquirir en el momento y recomiendo hacerlo en la misma puerta ya que la compra online supone un recargo de unos tres euros por persona y no suele haber aglomeraciones.
Galería Borghesse. Impresionante. Para mí una “borrachera” de arte que llega a sobrepasarte y de hecho creo que no es posible apreciar en una visita ni la mitad de lo que hay. Con esas esculturas de Bernini delante ¿quién se fija en los frescos de los techos, en los suelos, las estancias? Pinturas maravillosas decorando todas las paredes y claro, como sigues las indicaciones de la audioguía (la visita permitida es de un máximo de hora y media) te paras en Caravaggio, Rafael…y se te escapan muchísimas.




Galería Doria Panphili. No llega al nivel de la Borguesse, sobre todo en escultura, pero también un palazzo maravilloso llenito de obras de arte. Aquí lo más llamativo es el retrato que pintó Velázquez del papa Inocencio X (Se cuenta que, cuando el papa vio terminado su retrato, exclamó, un tanto desconcertado: Troppo vero! («demasiado veraz»), aunque no pudo negar la calidad del mismo.) La cara del personaje explica ese pequeño mosqueo de papa.
Junto al cuadro está también un busto que este mismo señor encargó a Bernini. No se andaba con chiquitas.





Galería Spada. Esta es un poco más pequeña pero tiene dos atractivos interesantes, uno artístico y otro práctico. El primero es la falsa perspectiva de Borromini y el segundo se refiere a un folleto explicativo (en español) de cada una de las estancias y de la mayoría de las obras de arte que se pueden ver, incluyendo el mobiliario. Otro aliciente es el precio,seis euros.
El palazzo  es una maravilla más a las que casi te acostumbras en Roma y la falsa perspectiva de lo más curioso.



Como veis esta ciudad es interminable, Museo del Ara Pacis, Mercado de Trajano, Boca della Veritá, Ostia Antica, Castelli Romani…y mucho más.

La experiencia no ha podido ser mejor, arte, buena comida, buenísimas compañías, algunas compras interesantes y, como no, varias anécdotas graciosas.

Siempre hemos pensado que los italianos eran muy parecidos a los españoles y la vida similar (sobre todo desde que ambos países están en la UE), pero no lo somos tanto. Por ejemplo, el tráfico y la convivencia con el peatón que en España ya es bastante civilizada allí sigue relativamente caótica, en los pasos de cebra normalmente no disminuyen la velocidad, tienes que evidenciar mucho tu intención de cruzar para que los coches frenen. Las motos simplemente te esquivan. Las infracciones, especialmente de las motos, parece que son poco frecuentes pues se les ve saltarse las normas delante de policías sin que estos se inmuten.

La accesibilidad para personas con dificultades físicas no se la han planteado aún. Aceras sin rebajes, algunas calles casi sin acera y con multitud de huecos en el pavimento. En muchísimos bares y restaurantes el W.C., además de ser unisex, está abajo de unas escaleras estrechas y empinadas, o arriba pero en las mismas condiciones.

También he observado cosas muy interesantes como la calidad y variedad de productos de la tierra a granel y de proximidad. Fruta, verdura, embutidos, panes…buenísimos sin necesidad de etiquetado gourmet, ni masa madre, ni artesano, ni gaitas que nos venden por aquí.



Hojas de verdura diferentes para ensalada o hervidas de las cuales yo no tenía ni noticia como esta que se llama “agretti”. Cuando pones esta palabra en Google lo que aparece es esto:  https://en.wikipedia.org/wiki/Salsola_soda  Curiosa planta.


Respecto al comercio me ha encantado la cantidad de puestos ambulantes en las aceras, todos los días de la semana durante todo el día. es verdad que no lo encuentras en el puto centro histórico pero en todo el barrio del Prati y en otras zonas que recorrimos los encontrabas por todas partes. Y yo me pregunto ¿por qué en España tienen tan mala fama y están tan perseguidos los vendedores ambulantes y en Roma conviven perfectamente con el comercio más chic?

Otra costumbre extendida que me ha parecido estupenda es la del uso de vehículos pequeños y eléctricos, hay muchísimos y de muchas marcas cuando aquí casi sólo se ve el Smart. Por la cantidad de ellos que se ven circulando (privados y compartidos car sharing) supongo que serán bastante más baratos que aquí. Como es lógico también se ven en medio de la ciudad puntos públicos de recarga de batería.

Bueno, creo que mi cabeza ya no da más de sí por el momento, es muy posible que me vaya acordando de más cosas y las vaya añadiendo sobre la marcha. La pelota que se forma mezclando monumentos, personas, comidas, anécdotas, restaurantes…es descomunal.


Añado un capítulo más dedicado a los visitantes que he tenido que han sido muchos y variados para que os hagáis una idea de lo bien que lo hemos pasado.