Una de las primeras cosas que hicimos fue un recorrido en ese tren que tanto me ha alucinado.
Circulando entre coches, motos, gente…
En Primera clase, por supuesto
Los volcanes que rodean el Valle Central son espectaculares así que un día visitamos el Poas, activo y difícil de ver porque suele cubrirlo la niebla y la lluvia. Para mí era el tercer intento de visita y por fin la naturaleza se dejó ver. Una maravilla.
En la caminata Jany hizo un poco el mono.
Esta laguna es un cráter inactivo que está lleno de agua de lluvia.
Después del volcán visitamos un pueblo muy típico por su artesanía de madera que se llama Sarchi. Allí Luisi se hizo una foto con esa planta que tanto le gusta por sus colores y que está por todos lados.
Comimos en un restaurante en el que el camarero pronunciaba la “erre” tica muy exagerada y para colmo, todo lo que nos ofrecía era con “erue”: paruillada, churruasco..
Luisi no podía disimular la risa.
El café “chorrueado” en un “chorrueador” muy orignal.
Otro volcán: el Barva
En San José de la Montaña, en la subida al Barva, vive Luis con su familia, un tico que he tenido la suerte de conocer en el trabajo y que tanto él como su mujer Liz y los hijos son de lo más acogedor. Quedamos tempranito para hacer la caminata (¡tela marinera!) hasta el cráter que ahora es una laguna preciosa pues lleva mucho tiempo inactivo. A la vuelta, después de casi cuatro horas, nos esperaban en su casa la familia y unos amigos con todo tipo de “bocas” que así llaman allí a los aperitivos, con litros de vino, tequila, whisky y buena música.
Comenzamos la caminata muy animosos pues el guarda nos dijo que era una subida de 45 min. (Estos ticos lo de las distancias lo tienen un poco liado)
La cosa se alargaba un poco…
Y más…
Cuando estábamos a punto de tirar la toalla, apareció esta laguna tan bonita.
Menos mal que todo esfuerzo tiene un premio y, como decía al principio, en casa de Luis comimos y bebimos hasta “jartarnos”.
Lizet nos dio algunas de sus recetas, Jany probó el guaro que es el aguardiente de C.Rica.
Y el alcohol hizo su efecto. A unos les dio por cantar
Y a otros por bailar
Con todas
Aprovechando unas viandas asturianas (o sea fabada con su de todo) invitamos a comer en casa al grupo de la oficina: Irina, Rolando, Paulo, Carlos Alberto, Javier y Concha.
La foto de la fabada se nos olvidó, pero no sobró casi nada.
Curiosamente lo que sobró nos lo llevamos a la playa del Pacífico y le encantó a Dave el yankee que nos alquiló la casa.
Para terminar con San José, además de risas, gansadas y unas partidas de Uno, hicimos una excursión curiosa: El café Britt, una marca conocida que vende imagen de cultivo ecológico, hacer un recorrido del cultivo del café. Animado por un grupo de figurantes y recorriendo la plantación, el tostadero y la envasadora, te explican todas las fases que pasa el grano desde que se siembra hasta que se consume. Al final, en una pequeña sala de teatro cuentan con animaciones la historia del café desde que lo descubrieron los árabes en Africa hasta que llegó a C.Rica. Francamente entretenido.
Este cartel publicitario tiene su miga
El café en fruto
El proceso de lavado y secado
El tueste
La historia
Este es un restaurante que se llama Tiquicia que merece la pena pues está cerca de San José pero en un mirador muy alto en Escazú. Además de que se come muy bien y el ambiente muy agradable al aire libre, tiene unas vistas espectaculares de la ciudad. http://www.miradortiquicia.com/productos.html
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