En septiembre del año pasado estuve con ramón en Sevilla un fin de semana, caminamos la ciudad de arriba a abajo y lo disfruté muchísimo, pero se despertó el gusanillo de la nostalgia y la sensación de que todo había cambiado mucho. En esos mismos días ya decidí que tenía que volver con más calma para actualizar mis conocimientos de esta ciudad que tanto me gusta, a pesar de los cambios noté que muchas cosas seguían igual.
Elegí estas fechas para asegurarme el buen tiempo pero sin que me pillara la marabunta y los precios altísimos de la Semana Santa y fue un acierto porque el clima no ha podido ser mejor y he saboreado los preparativos de las procesiones que son dignos de ver.
El apartamento también ha sido un complemento buenísimo pues la ubicación no podía ser mejor, una casa antigua muy bonita y totalmente reformada con todas las comodidades, en pleno centro de la ciudad, al lado de las famosas Setas, a 100 mt. de la calle Sierpes, de El Corte Inglés…¡Perfecto! Os dejo el link por si os interesa http://www.apartamentoscampana.com/
Como la primera semana estuve sola me dediqué a pasear, pasear y pasear, porque yo en Sevilla de lo que más disfruto es de la vida callejera, sus comercios tan singulares, las fachadas tan bonitas, las terrazas abarrotadas, da lo mismo que sea una churrería (buenísimas por cierto) que una cervecería. Lo mismo te encuentras con una soleá acompañada perfectamente a la guitarra que con una peste a incienso con fondo de saeta. Todo eso sin contar con que alargas la oreja un poco, o sea, te pones en plan cotilla, y las conversaciones que escuchas te pueden hacer reír sólo por el gracejo sevillano, da igual el tema y los personajes.
Mucha gente piensa que todo esto es un mito, pero a mí, que me encanta vivirlo, no lo siento como tal, es más, creo que es uno de los mayores encantos de esta ciudad, y no lo he descubierto ahora, no, he vivido bastante en Sevilla, inmersa por el trabajo en el día a día y esta forma de vivir me gusta por lo real que es.
Unos ejemplos del comercio que son bastante reveladores:
El tema de la Semana Santa en Sevilla es bastante complejo para una atea como yo pues aparte del aspecto folclórico-religioso-turístico que tienen las procesiones, llama muchísimo la atención la forma en que los sevillanos viven y se preparan para estos faustos. Por las noches te puedes encontrar en cualquier calle del centro a costaleros ensayando las procesiones, por el día, en parques o polígonos industriales a bandas de música dándole a la trompeta y al redoble, a media tarde en los comercios más rancios hay colas para encargar a medida el capirote de papá, hermana, abuelo o quien corresponda.
El escaparate de una tienda de disfraces:
La participación en un sorteo que espero que me toque, quedará a vuestra disposición la segunda parte del premio.
Si hay una prueba clara de estos preparativos es El Corte Inglés, estos almacenes a los que no hay español que se resista a la vez que no hay producto español que se resista a este negocio. Estos días de los que hablo, El Corte Inglés de Sevilla luce de esta guisa en sus departamentos de librería y caballeros correspondiente:
En fin, que en esta ciudad no puedes ignorar la Semana Santa aunque te vayas a la playa los días festivos. Yo viví la representación de todo este teatro un año (1990) ya que estaba residiendo en Sevilla por trabajo y he de reconocer que impresiona tanto como agobia, no volvería pero reconozco que es algo excepcional.
Una última imagen curiosa
Y yo me pregunto ¿Iba siempre así de descocado?
Dejemos al espíritu en paz y vayamos a darle culto al cuerpo ¿adónde? pues ¡a los bares, esos lugares!
Popularmente se dice que Sevilla es una maravilla y yo lo comparto totalmente, a mí, que me gusta tanto el buen comer, buen beber y buen alterne, me parece que no hay como esta ciudad para encontrarlo todo junto y en un entorno perfecto: buen clima, unas placitas monííízimas y un ambiente popular y familiar como no hay otro.
En un mes he tenido tiempo para hacer una investigación bastante profunda de este sector, investigación que empecé en septiembre siguiendo los pasos del “Asesino de la regañá” o de la secta Serva la Bari. He visitado todos (a excepción de una churrería y un una tienda de ultramarinos-bar) los que recopilé en ese folletito que publiqué aquí en el blog. Pero no todo es rancio en Sevilla, ni mucho menos, he conocido otros más sofisticados, alternativos o normales que os cuento a continuación.
Los recomendados por la secta estaban estos días en plena euforia por la cercanía de la Semana Santa, vídeos de procesiones ininterrumpidamente, pizarra anunciando los días que faltan, música de bandas e incienso (en algunos hasta atosigante).
El colmo de los colmos en lo que se refiere a exaltación sacra (raya en la parodia) es el Garlochí un bar de copas decorado con imágenes y altarcillos de forma permanente, que es su estilo, vaya! y en estos días la intensidad del humo de incienso está al máximo. Manuel, hijo de mi sobrina Cuchi que tiene 7 años, dijo atufado “Yo me salgo que aquí se están drogando”
Con estas imágenes os podéis hacer una idea del local, da reparo apoyar la copa porque parece un altar.
Otro rancio pero en el que se come una pringá exquisita es la taberna Intramuros, si os queréis entretener con los detalles de la foto os haréis una idea.
Respecto a la manduca que es lo más interesante a mí me ha encantado una taberna, también rancia, que se llama El Uno de San Román, está en la Plaza de San Román por la que pasan muchas procesiones y tiene una carta de tapas muy auténticas y buenas: sopa de tomate, espárragos trigueros con huevo escalfado, almendras fritas, etc. Una muestra: (la primera es la sopa de tomate, la segunda un tronco de bonito y la tercera los espárragos)
Dos imprescindibles: Bodeguita Antonio Romero con unas tapas de cuchara buenísimas, guisos caseros de productos de temporada como los guisantes o la coliflor esparragaos, unos chícharos (alubias) pintones guisados o simplemente la carne guisada. También recomiendo un montadito típico de este bar que se llama Piripi.
Bodegas Góngora en pleno centro comercial (entre Sierpes y Tetuán), aquí las tortillitas de camarones son de verdad, no como las congeladas que te ponen ahora en muchos sitios, saben a camarón, crujientes y nada grasientas. También muy ricas las pavías de bacalao.
Para terminar con los clásicos no dejéis de probar la pringá de Las Columnas https://11870.com/pro/bar-restaurante-las-columnas y la chacina de Casa Cuesta en Triana. Estos dos bares son bonitos, aquí os dejo unas fotos.
Bonitos hay más y muy conocidos como El Rinconcillo el bar más antiguo de Sevilla en el que se comen las mejores espinacas con garbanzos y Los Claveles, a 30 metros uno de otro.
Así podría seguir horas, El Tremendo, El Quitapesares, La Giralda…todos merecen una visita.
Como decía antes no todo es rancio en Sevilla, se nota que la gente quiere novedades como es lógico, y la cocina buena, con materia prima de calidad pero diferentes combinaciones se encuentra ya por muchos sitios, de los que he conocido hay tres que me han gustado mucho, el primero es La Azotea con buenísima calidad y a un precio razonable, pinchar en el nombre para que veáis la carta que cambia mucho. Otro es Panrallao que no está en la zona turística del centro pero se puede dar un paseíto hasta la zona comercial de Nervión y tomarse una tapita buena, riquísimos los postres.
Por último merece la pena uno bastante reciente que se llama Perro viejo un local muy bonito y moderno con unas tapas originales, no tiene web pero os dejo este link en el que se habla de él http://quebuenoestaba.com/sevilla/zona-centro-perro-viejo/
Después de un buen tapeo la copa de relax merece un buen sitio. Cualquiera de las miles de terrazas puede servir pues el ambiente está garantizado pero dejo aquí tres referencias de sitios un poco especiales: la terraza del Gourmet Experience de El Corte Inglés con unas vistas muy buenas de Sevilla (las mismas que desde las Setas), la terraza del hotel Eme justo al lado de la Giralda y por diferente y entretenido el café del Microteatro de la Plaza de la Encarnación.
Hotel Eme
Como podéis imaginar mis experiencias en Sevilla no sólo han sido en bares y tiendas, la parte cultural también me la he trabajado mucho pues con cada visita que he recibido (que han sido bastantes) he paseado por los lugares más emblemáticos como la zona de la Giralda, el barrio de Santa Cruz, el Parque de Mª Luisa, etc. También he asistido a un espectáculo de flamenco en La Casa de la Guitarra (muy recomendable) al show de un humorista (Toni Rodríguez) y al Microteatro, en fin, que me ha cundido muchísimo. Os dejo como fin de fiesta una selección de fotos varias. Los nubarrones aparecieron cuando llegamos por La Mancha.
¡SALUD A TODOS!
