lunes, julio 27, 2015

UN VIAJE CASI PERFECTO POR ITALIA (Cap. II)


Y con este flamante y amplio vehículo (Skoda Octavia combi) nos pusimos en carretera camino a Montepulciano.
ScreenShot001
Un dato útil: el alquiler del coche lo hice a través de la web de rentalcars que trabaja con muchas empresas locales e internacionales. En este caso la empresa era Sicily by car y nos costó 226€ por cuatro días, recogiéndolo en Nápoles y devolviéndolo en Florencia, eso sí, en ambas ciudades en el aeropuerto.
380 km. de autopista y llegamos a comer a Montepulciano, un pueblo toscano precioso, todo en cuesta y por ello con unas vistas de la campiña muy bonitas. Comimos en unos de los coquetos restaurantes que encontramos y paseamos por las cuestas en las que te vas topando con palacetes renacentistas y con comercios tan bonitos como estos.
WP_20150608_17_19_42_ProWP_20150608_17_21_37_ProWP_20150608_17_41_26_ProWP_20150608_18_34_11_Pro
WP_20150608_17_40_41_ProWP_20150608_18_07_31_ProWP_20150608_18_15_36_ProWP_20150608_18_13_41_Pro
Por la tarde estalló la tormenta de cada día (el 80% de los días del viaje) y nos refugiamos bajo la cornisa de una vivienda pensando que, como era habitual, la lluvia cesara pronto. Pero empezaron a caer unas pidrecitas de hielo que poco a poco se hacían más grandes y salpicaban por todos lados, la opción de moverse era imposible pues el trastazo en una cuesta llena de agua y piedras redondas estaba garantizado. ¡Ay, ay, ay! gritaban Ramón y Susana, las piedras hacían daño. De repente se abrió la puerta de una casa y un señor muy amable nos llamó para que entráramos a refugiarnos hasta que pasara la tormenta ¡Qué alivio! El hombre estaba muy preocupado por los viñedos ya que el granizo destrozaría las uvas.
Así se puso el cielo de repente, las piedras no se ven bien en la foto porque esto fue el comienzo.
WP_20150608_18_41_41_ProWP_20150608_18_49_02_Pro
Bien mojaditos cogimos el coche para irnos al hotel pues estaba un poco alejado.
La primera impresión que tuvimos con este hotel no fue demasiado buena pues estaba al lao de una carretera comarcal y no ofrecía mucho atractivo, sin embargo la experiencia nos sorprendió: es un hotel muy sencillo y clásico pero con todas las comodidades, aunque lo mejor de todo es la atención personal y a capricho que dan al viajero. Como llegamos bastante cansados nos apetecía sentarnos en la terraza del bar que hay abierto al público de la zona (público variopinto y animado) así que allí mismo nos sirvieron unas fuentes de embutidos y quesos de la región estupendos acompañados por vino y pan de pizza también riquísimos, todo ello por un precio muy económico. A la mañana el desayuno tempranero fue de lo más completo y tranquilo en el comedor principal, ya en el bar paraba gente de la zona a tomar el café lo que para mí es un detalle agradable. En fin, que os recomiendo este alojamiento a los que os dejéis caer por Montepulciano. Cuatro adultos (dos habitaciones dobles) con desayuno incluido, wifi, aparcamiento, etc. 160€, barato ¿no?
El link http://www.hotel-tiziana.com/it/
El plan para ese día era parar en Pienza para visitarlo, seguir a Montalcino a comer y por la tarde llegar a Siena. 15 km. el primer tramo, 22 el segundo y 66 el último, tranquilos.
Pienza es un pueblo pequeño de la comuna de Siena, pequeño pero, como casi todos los de la zona, con mucho señorío, su Duomo, su palazzo de los Borgia, su iglesia de San Francisco…y sus callecitas tan monas.
WP_20150609_10_15_25_ProWP_20150609_10_23_01_Pro
WP_20150609_10_42_00_ProWP_20150609_10_34_46_Pro
Esta última está en la Via dell’amore, je, je.
Montalcino está en una colina amurallada que parece que ya fue habitada por los etruscos, o sea requeteantigua,y con unas vistas preciosas de la campiña toscana. Es más populosa que Pienza y con más cuestas pero animada sobre todo por el vino que está riquísimo. Aunque el más conocido es el Brunello no lo tomamos porque es bastante caro, sin embargo el camarero del restaurante nos recomendó otro (no me acuerdo si chianti) que a muy buen precio tenía un gusto muy rico.
Un plato que típico toscano que me encantó fue la ribollita.
  • Ribollita: Otro plato pobre de la tradición del campo de la Toscana. Literalmente su nombre significa “vuelta a hervir”, ya que se trata de una sopa de judías blancas, col silvestre y tomate que se vuelve a calentar el día después. Cuando se calienta se le echan aceite de oliva y cebolla y se “vuelve a hervir al horno”. Se come con trozos de pan toscano duro.

Si os fijáis en la última foto veréis la tormenta amenazando, como casi todos los días, nos pilló cuando paseábamos hacia el coche.
Siena es mucho más conocida así que sólo comentaré dos cosas, la primera es que hay que dejar el coche nada más llegar para no perderte y la segunda es acerca del hotel pues es muy posible que piquéis como nosotros.
La imagen del Hotel Garden es de película  (pinchad ctrl + HOTEL GARDEN) pero resulta que las habitaciones que te tocan por el precio pagado (109€ hab. doble con desayuno) no tienen nada que ver con las de las fotos, resulta que hay dos pabellones anexos al edificio clásico y bonito que aparece en la publicidad con habitaciones normales y corrientes, dignas y completas eso sí, de las que te dejarían satisfecho si no te hubieras imaginado nada, pero claro en este caso la desilusión es total. Detalle bueno es que tiene un bar terraza muy bonito y agradable con vistas a la ciudad aunque no muy bien atendido.
Precioso Siena, ciao!
Y llegamos a Florencia, devolvimos el coche y nos fuimos en taxi a nuestro apartamento que estaba muy cerca de la Porta Romana y los jardines di Boboli. Un alojamiento muy cómodo, en realidad son habitaciones amplias, cómodas y nuevas con zonas comunes como terrazas, comedor y cocina. Como éramos los únicos huéspedes estuvimos en la Gloria (qué coincidencia, je, je)
Además teníamos terraza privada, detalle importantísimo para cuatro fumadores.
WP_20150610_18_30_28_Pro
WP_20150610_19_18_16_Pro
Fantástica foto de Ramón en nuestro primer paseo por Florencia, el Ponte Vechio que cruzábamos todos los días.
Bueno, qué contar de Florencia que no sepáis, una gozada de ciudad con belleza por todos lados, maravillosa si no fuera por los miles de turistas que abarrotaban cualquier monumento o plaza significativa (qué manía los tengo, deberían prohibirlos). No estábamos dispuestos a soportar colas y colas al sol para acceder al Duomo, a la Santa Croce, la Galería Ufizzi, ya que la cola era doble, una para comprar la entrada y otra para acceder. Lo que hicimos fue pasear y pasear, y si en el camino encontrábamos algún monumento bonito y sin aglomeraciones, pues entrábamos. Preciosas la Basílica de San Lorenzo, los jardines de Bóboli, Santa María Novella…
Yo soy más de calles y mercados que de monumentos así que disfruté muchísimo con las caminatas agotadoras por las calles de Florencia, el Mercado Central está restaurado muy bonito y animado, la planta superior funciona como muchos mercados españoles, con restaurantes variados en los que se puede degustar comida rica italiana. En la planta baja hay muchos puestos de productos típicos toscanos y de Italia en general. El exterior del mercado es un gran mercadillo de ropa, accesorios y regalos de todo tipo.
Algunas direcciones interesantes:
- El hotel Continental, justo al lado del Ponte Vechio tiene una terraza en la última planta en la que tomar un estupendo coctel disfrutando de unas vistas preciosas.
WP_20150611_16_11_38_ProWP_20150611_16_14_25_ProWP_20150611_16_16_41_ProWP_20150611_16_26_18_Pro
- En el restaurante Benvenuto se come fenomenal a buen precio y sobre todo la bistecca alla fiorentina
WP_20150611_13_35_14_ProWP_20150611_13_53_03_Pro
- En la Osteria Pizzeria Sud ó Café Italiano se come muy bien y es un café precioso, nosotros cenamos en la terraza porque hacía calor. Lo recomiendo.
WP_20150613_20_34_16_ProWP_20150613_20_34_35_ProWP_20150613_20_39_15_Pro
http://www.osteriacaffeitaliano.com/pizzeria-del-caffe-italiano/
- Como comentaba antes, el Mercado Central es también un lugar agradable y muy entretenido para comer.
DSC_0473DSC_0474DSC_0475
Programando el viaje teníamos en la lista de tareas la visita a Venecia pero los tiempos no nos daban más de sí por lo que decidimos ir un día en tren desde Florencia. Otra vez comprobamos lo cómodas y prácticas que son las estaciones ferroviarias.
Nada más llegar a la estación de Venecia cogimos un vaporetto allí mismo, recomendación que habíamos leído en un blog de viajes. Una idea estupenda pues por muy poco dinero te das un paseo por los canales y te ubicas perfectamente. El horror llegó cuando descendimos del vaporetto en la Plaza de San Marcos ¡Invasión de turistas armados de todo tipo de cámaras, smartphones, vídeos…! un horror. No me extraña que se estén planteando limitar el número de visitantes a esta ciudad porque la sensación de borrego que te entra en esa plaza es total.
Pues nada, a perderse por las callecitas preciosas de Venecia. Puentes, escaleras, calles estrechas, placitas minúsculas, un laberinto parecido al de Toledo pero con mucho agua por todos lados. Hacía mucho calor así que buscamos un restaurante con terraza fresquita para descansar un poco y dimos con el Nono Risorto, comida sencilla pero rica y muy barato, las camareras simpatiquísimas, lo recomiendo también.
http://www.tripadvisor.it/Restaurant_Review-g187870-d696615-Reviews-Al_Nono_Risorto-Venice_Veneto.html
IMG_0053WP_20150612_14_47_23_Pro
Y vuelta a pasear y pasear hasta que acabamos de esta manera:
WP_20150612_15_39_52_ProIMG_0055
Mereció la pena el esfuerzo.
CIAO ITALIA!
¡Por fin he terminado! la próxima vez no dejaré que el tiempo pase y la vagancia me pueda porque las vivencias se difuminan y no se cuentan igual que con la emoción de lo recién vivido.

No hay comentarios: