Estando en Argentina en 2013 quedé con mi amiga/hermana Susana en hacer un viaje por Italia juntas y este junio de 2015 ha sido el momento.
Como ahora tengo bastante tiempo libre me puse a organizarlo hace unos meses, con tranquilidad y abierta a todas las posibilidades que aparecieran, eso sí, la visita a la Toscana era obligatoria.
Después de varios cambios de itinerario propuse este que a todos (Susana, Ramón y Patricia) nos pareció bien:
De este plan sólo cambió lo del coche porque varios amigos me aconsejaron que para movernos por la costa amalfitana era mejor no utilizarlo, parece que las carreteras son muy difíciles y los napolitanos también. El lunes, cuando iniciamos ruta a la Toscana recogimos el coche en el aeropuerto de Nápoles. Por cierto que lo alquilé a través de www.reantalcars.com y todo fue perfecto, un coche estupendo (Skoda Octavia Combi 1.2 Tsi Ambition 110) amplio para el equipaje de los cuatro y comodísimo, por 226€ tres días y devolviéndolo en Florencia.
ROMA
El viernes 29 llegamos ramón y yo a Roma después de uno de esos cambios intempestivos de Iberia que nos obligó a buscar hotel de una forma precipitada. Una cosa que hay que decir para ser justos, el aeropuerto de Fuimiccino sufrió un incendio hace algo más de un mes y está funcionando muy mal, cambiando y cancelando vuelos constantemente, por lo que la responsabilidad de los problemas que hemos tenido a la ida y la vuelta no es totalmente de Iberia. Lo aviso para los que vayáis a viajar a Roma en uno o dos meses, porque a lo mejor interesa más viajar con Ryanair que vuela a Ciampino el otro aeropuerto de Roma.
La llegada nos decepcionó un poco pues el hotel, aunque estaba muy bien situado, dejaba bastante que desear, nuestra habitación era mona y completa pero en un zulo con una ventana que daba a un pequeño jardín, sensación un poco claustrofóbica. No dejo el nombre porque no merece la pena.
Pues nada, a patear Roma, y esta vez con las tareas del Coliseo, la Fontana de Trevi y el Vaticano ya hechas pues habíamos estado hacía poco más de un año. Esta ciudad se puede pasear por cualquier punto, da igual, siempre vas a encontrar algo bonito, casas, comercios, decorados, ambientes, paisajes… Por ejemplo, estos spaguetti o esta exposición de Morandi.
Como podéis imaginar Roma estaba, está y estará llena de turistas por lo que me pareció interesante conocer el Barrio de San Lorenzo, universitario, bohemio y algo alejado de los circuitos turísticos. Se agradece perder de vista a los “semejantes”.
El desconocido de la foto es un chico senegalés que pegó la hebra con nosotros y nos vendió un disco hecho por él, muy simpático.
El nombre de la universidad no puede ser más acertado: Sapienza Universita di Roma.
El domingo tomábamos posesión del apartamento reservado para encontrarnos con las argentinas que llegaban por la tarde, así que enfilamos hacia la Vía Leonina (al lado del metro Cavour). De camino nos encontramos esta procesión de la colonia de filipinos, francamente curiosa y colorida.
El apartamento era un auténtico lujo, con una terraza estupenda, una decoración acogedora y ubicado en un entorno de lo más agradable. Os dejo la referencia de la web en donde lo alquilé porque realmente merece la pena y añade unos cuantos puntos positivos al viaje. http://www.romesweethome.com/Fori-Imperiali-Amazing-Terrace.html compruebo ahora que cuando se hicieron las fotos todavía no estaba decorado, lo que hemos tenido nosotros es más acogedor. Comprobarlo vosotros mismos.
Y llegaron las porteñas
¿Qué mejor forma de confraternizar que cenando en una estupenda terraza romana en torno a un jamón ibérico y un vino mendocino? Pues así empezamos ¡Olé!
Roma para mí significa caminar tranquilamente, observar y sentir con todo lo que aparece.
……………
Un sitio muy curioso para visitar es la Piazza dei Cavalieri di Malta situada en la colina del Aventino, allí, en una villa, se encuentra una enorme puerta verde que esconde un secreto. La villa pertenece a una de las órdenes militares más antiguas, la Orden de los Caballeros de Malta. Aunque no se puede entrar en el edificio, sí que puedes espiar a través de la cerradura y descubrir un pequeño tesoro: una vista espectacular de la cúpula de San Pedro del Vaticano. Como curiosidad, además, mientras estés con el ojo pegado a la puerta, estarás viendo tres países al mismo tiempo: El Vaticano al fondo, Malta en el centro e Italia bajo tus pies. Muy cerca de esta plaza está el Jardín de los Naranjos (Giardino degli Aranci), en donde hay un mirador con vistas amplísimas de Roma.
La foto correspondiente a la cerradura no nos salió pues hay que hacerla con algún tipo de objetivo, pero sí tengo del paseo y de una china con su cámara pegada a la cerradura.
En esta foto copiada de internet se ve lo que os cuento:
Hasta ahora no he hablado nada de la comida pero, conociéndome como me conocéis, es de suponer que la no mención es totalmente adrede pues merece un capítulo exclusivo. En dos palabras: Fan tástica!
Os dejo algunas referencias interesantes para que os sirvan de guía si vais a Roma:
Esta pizzería napolitana, antigua, ambiente popular y las pizzas buenísimas.
http://www.anticapizzeriaricciroma.com/ cerca de la Vía Nazionale.
Este restaurante está lleno de italianos de la zona, hay que reservar. Nada de diseño ni de camareros modernos, al pan, pan… Excelente. Muy cerca del metro Barberini.
http://www.hostariaromana.it/storia.php
Matricianella, en este ya tuvimos el gusto de comer en el viaje anterior. Lo recomendaba Enric González en su libro “Historias de Roma” y lo mencioné en el post correspondiente. No ha cambiado nada por lo cual comimos otra vez estupendamente. Hay que reservar.
Muy cerca de Campo di Fiore está Da Sergio, totalmente casero y abarrotado.
No tiene web pero os dejo este link de un blog interesante en el que se le menciona.
http://www.velocidadcuchara.com/roma-restaurante-da-sergio/
El último que os dejo es este más pijillo que descubrimos paseando por los alrededores de Barberini, nos llamó la atención porque tienen a la vista de la calle un obrador de pasta que realmente llama la atención. Reservamos pues es bastante pequeño y nos encantó, se llama Colline Emiliane y tiene platos un poco más originales. Mirad la pinta de estos tortellini (o como los llamen).
Os dejo este link para los datos porque no encuentro la web suya.
http://www.yelp.com/biz/colline-emiliane-roma
Susana y Patricia traían en la maleta una cita con su paisano Francisco en al audiencia habitual de los miércoles, así que por la mañanita muy temprano se fueron para el Vaticano, con bastante recelo, eso sí, pues habíamos leído en internet que la organización es bastante caótica y la multitud que llega cada semana crea bastantes problemas. Pero tuvieron suerte y con excepción de alguna palabrita más alta que otra en la cola de llegada, el resto fue todo bien. Aquí os dejo alguna foto del evento.
La Plaza Navona es una de las más bonitas y animadas de Roma, no sé si conocéis la historia de la Fuente de los Cuatro Ríos, por si os queréis entretener aquí os dejo el link de la wiki http://es.wikiarquitectura.com/index.php/Fuente_de_los_Cuatro_Rios
Susana y Patricia se hicieron una foto con el elemento que representa al Río de la Plata (según ellas el más feo de los cuatro)
Bueno, dejo Roma porque es lo más conocido y creo que, excepto los detalles que os he contado, todo está ya escrito.
Con Trenitalia y por 47,20€ (los cuatro) nos fuimos a Nápoles el jueves por la mañana.
NÁPOLES
Esto es otro mundo. Yo no he visto en mi vida una ciudad tan grafitada (me acabo de inventar este verbo) como Nápoles, pocos espacios quedan libres. Pienso que menos mal que las ruinas de Pompeya les quedan un poco lejos porque si no, estaría invadida ¡Tantos y enormes muros libres para dar rienda suelta al spray!
En fin, un poco exagerado sí que es y da un aspecto un poco caótico y sucio. Si a este decorado le añadimos la suciedad (más de lo que yo estoy acostumbrada) desperdigada por el suelo y la anarquía total de conductores y peatones, la primera impresión del centro de Nápoles es un poco dudosa.
Pero como todo en esta vida hay que conocer las cosas un poco más de cerca para darte cuenta de que, una vez familiarizada con esos “pequeños detalles” la ciudad está muy viva y representa la imagen estereotipada de las películas clásicas: mucha gente en la calle, muchos niños correteando, ropa tendida en los balcones, gente hablando y gesticulando de forma ostentosa…Un ambiente que, a mí personalmente, me gusta y que creo que le da mucho atractivo. Y se comen unas pizzas buenísimas.
También es cierto que esta imagen de la que hablo se ve en el centro histórico, cuando sales hacia la zona del puerto, Chiaia o Vomero la cosa cambia mucho. Todo está mucho más ordenado y limpio.
Comimos el primer día en un restaurante del puerto que nos gustó mucho, se llama La Scialuppa. Tienen unos antipastos de lo más sugerentes, spaguetti vongole y unas fresitas de muerte.
Curiosamente, en Nápoles la calle principal se llama Toledo.
El viernes nos fuimos a las ruinas de Pompeia en tren. No sé qué se puede contar de estos restos arqueológicos tan bien conservados que no no se haya dicho ya. Impresionante es la sensación de sentirte caminando por una ciudad del siglo VII a.C., sus edificios administrativos o de ocio, sus palacetes…todo muy bien conservado gracias a la naturaleza (una erupción del Vesubio la cubrió de lodo volcánico y no se descubrió hasta el siglo XVIII)
Y el Vesubio al fondo.
Pasamos mucho calor pero mereció la pena. Desde allí, en tren también fuimos a comer a Sorrento, un pueblo turístico de la bahía de Nápoles. Aunque está sobre el mar no tiene playa pues es todo acantilado, para bajar a la costa hay un ascensor o unas escaleras con una pendiente tremenda y para bañarse hay unos diques con chiringuitos y sombrillas, curioso.
Es la tierra del limoncello.
Otro día en Nápoles: madrugamos y nos fuimos a Capri, la idea era hacer una excursión en barco alrededor de la isla para visitar la gruta azul (creo que hay otra verde) y la isla en general, también queríamos ir a Positano y la costa Amalfitana,pero hay un lío tremendo de horarios y al final sólo pudimos hacer lo de Positano. Tuvimos suerte que por una casualidad nos devolvieron el dinero de la excursión a la gruta.
Positano es un pueblo muy bonito pero un poquito saturado de turismo, al estar todo en cuesta y con callecitas estrechas pues te cuesta un poco moverte por ahí.
Para completar la visita a Nápoles no podía faltar una visita al Museo Arqueológico en donde te encuentras con multitud de mosaicos, pinturas, esculturas, objetos de cerámica, etc. rescatados de Pompeia y Herculano. Una maravilla, todo lo que decoraba las estancias visitadas el día anterior en las ruinas.
Os dejo unas cuantas fotos de los paseos por Nápoles
La última está hecha en el restaurante Donna Margherita, muy agradable y recomendable en la zona de Chiaia.
http://www.donna-margherita.it/il-locale
El lunes día 8, muy de mañanita, nos fuimos a recoger el coche para iniciar el recorrido por La Toscana. Primera noche en Montepulciano y segunda en Siena.
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