El plan inicial era ir al valle del Baztán (Navarra), eso ponía en el cuadrito que Lita nos regaló a Luisi y a mí para Reyes, pero los avatares y hados de internet pusieron por delante una casa fantástica en Pals (Gerona) y la tentación pudo más que todo. Ese motivo tan simple es el que nos ha llevado a esta zona de España tan bonita y divertida en plan turístico.
Como único inconveniente es que está “a tomar por culo”, concretamente 726 km. desde mi casa. Salvamos un poco ese escollo durmiendo en Zaragoza (no podíamos salir antes de las seis de la tarde) y tomándonos unas tapitas muy ricas que recomiendo a quien vaya por allí: unas croquetas perfectas en el bar Doña Casta, y de cine las alcachofas con foie de Algo más, para muestra esta foto; también aconsejo una empanadilla de atún en este último.
Llegamos a Pals a muy buena hora, como Lita y Josema habían llegado antes ya estaba allí la señora de la agencia con lo cual el trámite fue rápido. Hay que decir que los hados de internet se han portado muy bien porque la casa es un puntazo total. Tres dormitorios con su cuarto de baño cada uno, piscina, barbacoa, porche…y todo decorado con muchísimo gusto. He hecho un reportaje porque la ocasión lo merece.
El pueblo de Pals tiene un centro histórico medieval muy bonito, el problema es que parece un museo y, como tal, tiene muy poca vida. En realidad la parte histórica es un conjunto de mansiones con algunos restaurantes y establecimientos para el turismo que sólo abren en horarios y fechas de vacaciones. Por suerte nuestra casa estaba ubicada en la parte baja que es donde en viven los habitantes comunes y teníamos todo al ladito: panadería, frutería, carnicería y un bar estupendo. No pongo fotos porque las que tengo son en plan paseo monumental y de esas encontraréis mil mejores en la web.
Sí estas dos de la piscina y terraza de la casa con nosotras mismas incluidas.
Lo mejor de todo es la zona en la que se sitúa este municipio, el Baix Empordá, un territorio en el que tienes monumentos históricos (Pals, Peratallada, Sant Feliú de Guixols, etc.) calas y playas (Llafranc, Tamariu, Begur, Calella…) espacios naturales (las Islas Medes, Les Gavarres, humedales…), cerámica como la de La Bisbal, y para rematar muy buena oferta gastronómica. Con todo esto por delante nosotros, que nos tomamos la vida con bastante tranquilidad, no nos estresamos y salimos cada día con un planecillo variado. Este es un mapa de la zona por donde nos hemos movido
El jueves comimos en Pals, la siesta y copita en la playa y luego un paseíto en coche de reconocimiento al faro de San Sebastián.
El viernes, después de un tiempo de reposo disfrutando de la casa, salimos hacia Peratallada que es un pueblo precioso y no tan matao como Pals, lo recorrimos por dentro y por fuera y seguimos de ruta a Calella de Palafrugell. Allí iniciamos uno de los caminos de ronda que son unos senderos que transcurren por la Costa Brava pegados al mar, hay muchos tramos que están bien acondicionados y muy agradables. El paisaje es precioso, el nuestro de ese día te llevaba desde Calella hasta el Faro de San Sebastián.
Unos detalle de Peratallada.
El premio a la escalada fue la comida en el restaurante del faro que nos habían recomendado, probamos muchos platos y el resultado es positivo aunque unos más acertados que otros, de todas formas el enclave lo merece todo. En mi opinión, habríamos acertado mejor comiendo un buen arroz en vez de tanta cocina creativa, pero como digo, el lugar lo merece.
Lita y Josema son de siesta playera y nosotros de copita de sobremesa, pero aquí no ha habido ningún problema porque teníamos las dos cosas en el mismo sitio y ambas de lo más apetecibles. Pensábamos quedarnos en Llafranc pero había una excavadoras enormes en la playa que hacían un ruido muy desagradable así que nos dirigimos hacia Calella a una terraza estupenda a la que habíamos echado el ojo cuando llegamos. La terraza de Calella estaba en un sitio privilegiado y con unas chaise-longue de lo más relajantes, no me acuerdo del nombre (algo así como 4 Pins) pero está en el caminito que llega de Llafranc a Calella. Pongo una foto con la flecha.
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 La copa | La playa |  |
Sábado visita a La Bisbal y su cerámica. Una vez cumplida la etapa cultural nos dirigimos a la costa, a Tamariu. que es un pueblecito monízimo al lado de Llafranc. En los días previos al viaje me había hecho una investigación a fondo sobre los Caminos de ronda de los que ya he hablado antes y entre otros estaba uno que iba desde Tamariu a Cala Pedrosa, sin palabras, un poquito escarpado a veces pero unas vistas del mar y de la costa espectaculares, no es muy largo y está señalizado, merece la pena de verdad. Os pongo una foto que he encontrado para que os hagáis una idea aunque nosotros no llegamos a Llafranc. CAMINS DE RONDA CAMINOS DE RONDA (en castellano)
Y aquí nuestro paseo:
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Después de este maravilloso paseo una paella, una fideuá y unos mejillones al vapor sientan de lujo. Y para no variar, en la sobremesa cada uno a lo suyo:
A eso de las cinco y media la playa se empezó a vaciar ¡Qué raro! nooooo…Fútbol: final de la liga Atlético de Madrid-Barça. Lo vimos en un bar al lado de casa en el que reinaba una seriedad alucinante, nadie bromeaba no comentaba nada, sólo cuando marcó el gol el Atleti nos enteramos de que había otros, además de nosotros, a favor de los colchoneros, eso sí, nada de broncas ni de nada, sólo seriedad.
Había comentado Josema cuando volvíamos de la playa que para rematar el estupendo viaje sólo faltaba que ganara el Atleti….¡Y ganó! Para solidarizarnos con los del Barça nos fuimos a casa a hacer una barbacoa y ponernos moraos de butifarras: blancas, negras, de perol, frías, calientes…un auténtico homenaje a la xarcutería ampurdanesa.
El tiempo nos ha acompañado muy requetebién, tanto que algunos se han bañado.
Y hasta aquí hemos llegado, nos hubiéramos quedado unos días más porque todo lo merecía: la casa, la zona, la compañía ¿qué mes? que dirían los catalinos. Pero bueno, como digo al finalizar cada uno de mis viajes: "tengo que volver"
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