Me quedé en el momento que partimos a la reserva natural de Puerto Pirámides, os pongo un mapita para que os hagáis una idea del recorrido que hicimos: llegamos en avión a Trelew, desde ahí bajamos en coche al pingüinario de Punta Tombo, al día siguiente llegamos por carretera a Puerto Pirámide, ya dentro de la península, hicimos noche allí y el último día dormimos en Puerto Madryn.
Sigo con nuestra recorrido: como llegamos casi a la hora de comer, reservamos la excursión y nos fuimos a un restaurante del que yo había encontrado una buena referencia en internet y que no nos defraudó. Nos atendieron estupendamente y comimos unos langostinos, unas vieiras y unas frambuesas de postre que nos alegraron el cuerpo para todo el día. http://www.elrefugiopiramides.com.ar/ tienen también alojamiento. Para muestra un botón:
Tuvimos mucha suerte con el tiempo pues hizo un día soleado y no demasiado frío, ideal para el avistamiento, así que ahí que fuimos los intrépidos aventureros (ja, ja)
Ahí las tenéis. Si os apetece leer un poquito más de este problema aquí os dejo un texto de internet: Ballenas y gaviotas una relación conflictiva Nunca imaginé que un animal tan pequeño pudiera hacer tanto daño a otro tan enorme, la naturaleza es así.
Una vez de vuelta y al día siguiente por la mañana nos recorrimos la península con el coche para acercarnos a los muchos miradores que hay para ver los lobos y elefantes marinos y un montón de animales más.
Se les ve de lejos pues sólo se pueden observar desde arriba. | El “estornudo” de una ballena |
Los elefantes tumbados a la bartola. |
USHUAIA
Como ya dije en el capítulo anterior Ramón y yo no fuimos a Ushuaia, tengo que reconocer que ya es la segunda vez que descarto esta visita y, no sé por qué muy bien, pero no es de lo que más me atrae; toda la gente que va le gusta mucho. En realidad creo que es miedo a que me defraude después de la impresión de los glaciares, bueno, me queda pendiente.
Luisi me ha dado algunas referencias que os dejo aquí con sus fotos correspondientes:
Nos alojamos en el hotel La Rosa de los Vientos, sencillo, familiar, cómodo, recién renovado y con un dueño que te solucionaba todos los movimientos. Lita y Josema nos habían hablado de las excelencias de la merluza negra (un descubrimento pues en Argentina no es fácil comer buen pescado o, mejor dicho, bien cocinado) así que nuestra primera comida fue un banquete de merluza negra y de centollo en el restaurante Chicho’s , excelente.
Hay varias excursiones y paseos pero esos días el temporal de nieve (inusual en esas fechas) limitaba un poco las posibilidades pues la navegación no era segura. Dimos un pequeño paseo en barco por el canal de Beagle desde el que veíamos el faro del Fin del Mundo, aunque no pudimos llegar a él. Visitamos el Parque Nacional Tierra de Fuego todo nevado y precioso, aquí vimos montones de especies vegetales y animales bastante exóticas para nosotros, y nos hablaron de algunos desequilibrios ecológicos producidos por el hombre: parece ser que hace muchos años se importaron castores canadienses con el fin de explotar la industria peletera cosa que nunca se llegó a producir, pero el problema es que en Tierra de Fuego no encontraron a sus predadores naturales (lobos y osos) y se reprodujeron a millones. El destrozo en la vegetación de la zona es bestial, si queréis informaros un poquito más de este tema aquí os dejo un artículo de internet. El problema de los castores en Ushuaia
Para que quedara constancia de que habíamos estado casi en el fin del mundo mandamos unas postales desde la estafeta de correos más austral del planeta, a pesar de la lejanía llegaron a su destino.
En el puñetero aeropuerto del Calafate pues nos pilló una huelga del personal.Estas escenas, por desgracia, ya forman parte de cualquier viaje. | |
En mi opinión, Argentina es un país enorme y precioso, con una naturaleza exuberante que proporciona paisajes variadísimos, pero lo mejor de todo es que, además de esas maravillas,tiene como guinda del pastel (yo diría que un poco más que la guinda) a Buenos Aires. Aquí también los paisajes urbanos son muy variados, estéticamente pueden gustar más o menos, pero lo que siempre hay es vida.
Bueno, al grano, a vivir esa vida nos dedicamos los once días que nos quedaban por delante, por desgracia a Ramón sólo tres ya que el trabajo manda. Voy a intentar contaros un resumen de lo más interesante aunque el orden cronológico seguro que no es real, no importa.
Como estábamos en la primavera austral el tiempo ha estado casi siempre a nuestro favor y un detalle especial de Bs.As. en esta época es el de los jacarandás florecidos que decoran toda la ciudad.
Otra generalidad que si se va con tiempo no se puede perder uno es el teatro, hay mucho, variado y muy bueno. Nosotros, fans de Ricardo Darín no nos podíamos perder la obra que esos días interpretaba en el teatro Maipo “Escenas de la vida conyugal” junto a Valeria Bertuccelli, muy entretenida y un texto magnífico, pero yo disfruté bastante más en otra dirigida por Campanella que se llama “Parque Lezama”, buenísima en el más amplio sentido de la palabra, texto, interpretación, ambientación…es de esas obras que sales superagusto porque te ríes, casi lloras, te remueve por dentro, en fin, una gozada. Por cierto, los actores Eduardo Blanco y Luis Brandoni fantásticos.
Siguiendo con el turismo cultural hay una cosa que me llamó la atención y es el horario tan tardío de apertura que tienen los museos en días laborables, abren a las 11:30 y 12:00, los fines de semana abren a las 10:00. Para nosotros, que teníamos los más importantes al lado de casa nos alteraba un poquito los planes pues la idea era moverse por diferentes puntos de la ciudad y, claro, si esperábamos hasta esa hora pues se nos comía casi todo el día. Si a esto le añadimos que el único finde que nos quedaba coincidía con la Noche de los Museos que sólo abrían por la noche y estaban abarrotados, se puede explicar que sólo fuéramos al Malba (Museo de Arte Latinoamericano), no obstante creo que lo más interesante de esta ciudad no está en sus museos.
Confirmando esta última apreciación de los museos me ha venido a la memoria otro día que salimos con la idea de visitar la Casa Rosada. Llegamos a buena hora a la Plaza de Mayo e incluso nos pusimos en la cola de entrada, pero cuando llevábamos un rato esperando nos miramos con cara de poca ilusión y en un momento decidimos que era mucho mejor pasear por las calles que visitar un edificio frío en el que nos contaran historias ya pasadas. El plan cambió radicalmente: compritas en un mercadillo artesanal, en un outlet de San Telmo y visita al Mercado de las luces (un lugar con mucha historia y que bien merece una visita) Manzana de las Luces ¿No creéis que fue una buena elección?
Un bar curioso. |
Dejemos a los muertos tranquilos y sigamos caminando por Bs. As. Otra atracción que os recomiendo es visitar los cientos de librerías que hay en esta ciudad, la más espectacular es el Ateneo Grand Splendid que era un antiguo teatro y ahora los libros se reparten por todo un espacio precioso. Nuestra foto no es muy buena así que os dejo un link para que podáis ver mejor detalles de esta joyita.Librería Ateneo
Pero esta es sólo una, en Corrientes, desde Callao hasta el Obelisco hay muchas y grandes que venden también restos de editoriales con ofertas muy interesantes, por la Av. de Mayo también hay bastantes de viejo…por Florida, un paraíso para los bibliófilos.
No muy lejos de nuestra casa estaba el Jardín Botánico al que fuimos de mañanita dando un agradable paseo, no es demasiado grande ni está excesivamente cuidado pero a mi me gusta pues en realidad es un parque en medio de la ciudad en el que se pueden observar una gran variedad de plantas las cuales son, para nosotros habitantes del hemisferio norte, diferentes. Había además una exposición de esculturas talladas en diferentes maderas muy bonita.
Rematamos la jornada con una espléndida comida en Los Platitos, un restaurante-parrilla de la Costanera, muy recomendable por el ambiente clásico-popular, la comida y el precio. Tiene una barra muy grande frente a la parrila donde come mucha gente de curre. Aquí dejo una reseña: Los Platitos
El sábado día 2 Ramón regresaba a España con todo el dolor (y la envidia) de su corazón y para que se fuera con buen sabor de boca comimos en “La Parolaccia del mare”, uno de mis sitios preferidos para comer pasta y algunos otros caprichos en Buenos Aires, no es muy barato pero la atención y la calidad que ofrecen compensan el precio que se paga. Web del grupo La Parolaccia He de decir que aunque hay varias sucursales de este grupo repartidas por la ciudad a mí me sigue pareciendo especial la del mare, creo que pasta tradicional se come mucho mejor en otros restaurantes.
Bueno, tengo la sensación de que la parte gastronómica del viaje empieza a tomar relevancia por momentos.
Cuando Ramón se fue al aeropuerto (todo compungido) nosotras nos fuimos a ver a la familia Cancela que ese día celebraba un día muy especial: la comunión de Agustina. Nunca pensamos que en una fiesta de comunión, ya rematando, pues fuimos tardecito, nos lo pasaríamos tan bien; además de la familia y compañía que estaba de lo más relajada e informal, un karaoke nos puso en órbita, cantamos y bailamos como adolescentes lo cual siempre es muy divertido. Un paréntesis en nuestra “dura” vida de turistas, je,je.
Otro evento curioso que coincidió con nuestra estancia bonaerense fue el Gran Premio Nacional, el más clásico del calendario hípico argentino en el hipódromo de Palermo. Gracias a la afición de nuestro amigo Kike al turf pudimos disfrutar de esta fiesta, aunque ninguna de nosotras es aficionada a esto mereció la pena pues el ambiente es fantástico, muchísima gente de todo tipo apostando, animando, viendo las actuaciones de grupos de folklore regional…hasta emociona cuando, en la entrega de trofeos, todo el público se pone en pie y canta el himno nacional. De estos momentos no encuentro fotos aunque sé que las hicimos, me acuerdo porque vino también Graciela y recuerdo habernos hecho alguna juntas. Si aparecen las pondré.
Como no podía ser de otra manera antes de entrar en el hipódromo nos engullimos una buena parrilla de esas populares que tanto le gustan a Kike y a las que nosotras nos dejamos llevar muy gustosamente. No recuerdo el nombre pero ya le preguntaré pues es famosilla en la zona. A pesar de la cantidad de gente que había conseguimos sitio en una mesa sobre la vereda y ¡cómo no! nos pusimos las botas.
Para terminar con el relato de los días especiales os cuento la última excursión, otra imperdible, al delta del Tigre (desembocadura del Paraná o de cualquiera de los tropecientos ríos que mueren aquí). La ida la hicimos en el Tren de la Costa, que es más elegante y hace un recorrido más bonito pero tiene dos inconvenientes, el primero es el precio, bastante más caro pues está enfocado al turismo y el segundo es que hay que hacer transbordo. Para la vuelta tomamos el tren de cercanías que va directo de Retiro a Tigre, es un poco pesadito pues tiene muchas paradas y, como en esta ocasión, va bastante lleno.
Yo ya había estado varias veces, incluso en una ocasión habíamos alquilado unas cabañas, pero casi siempre lo había hecho en invierno, por eso esta vez lo disfruté mucho pues el día era magnífico. Lo primero que hicimos fue subirnos a un catamarán de los múltiples que hay por allí, te dan un paseo por todo el delta navegando por diferentes ríos, el Luján, Tigre y Sarmiento. Es una gozada ir viendo la naturaleza y las construcciones que hay a lo largo de las orillas, clubes de regatas y sociales, hotelitos, casas de campo, bonito de verdad.
¿Y cómo terminó la fiesta?
Sin comentarios.
Como esto ya se empieza a poner pesadito y cada vez que muevo el cursor se ralentiza, voy a publicar este capítulo 2 y dejo algunos flequillos para un tercero y último.
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