miércoles, septiembre 09, 2009

VIAJE A NUEVA YORK (Agosto 2009)

Del ambiente bucólico de la Toscana he pasado a LA CIUDAD, Nueva York. Quince días recorriendo desde el Bronx a Conney Island, Central Park, Greenwich Village...en fin, paseando con tranquilidad. Yo había estado un mes en 1993 y tenía un recuerdo estupendo.






Como prueba ésta foto con las Torres Gemelas al fondo.



Hemos tenido la suerte de alquilar un apartamento estupendo que ya os he recomendado en















Como creo que esta ciudad es lo suficientemente conocida, sólo voy a apuntar algunas curiosidades.


De las cosas más llamativas y agradables es la hospitalidad y amabilidad de la gente (en Manhattan por lo menos). Realmente choca pues se suponía que en España teníamos fama de lo mismo y, desde luego, yo ahora no encuentro un trato como el que he tenido allí, en ningún sitio de éste país.

Es una ciudad entretenidísima, no sólo por la cantidad de actividades, museos, comercios preciosos y originales, sino también por su gente, los paisajes urbanos variopintos que te vas encontrando, casi una película constante.


















Como veis yo no me privé de nada.








La foto es de una tienda de ropa en la que se exponen en la puerta chicos guapísimos (¡hemos pasado al hombre objeto!) con los que te puedes hacer fotos.

Sin embargo no todo va a ser perfecto. La he encontrado muy cambiada ¡es lógico!

Supongo que muchos de los cambios han sido positivos para los habitantes de la Gran Manzana, pero para mí esas transformaciones la han robado un poco de su encanto (esta sensación la he tenido también en muchas ciudades españolas). Está más limpia y organizada, se ven menos homeless, menos vida callejera y bohemia. Los espacios peatonales se han ordenado y rellenado con sillas y mesas, cosa que teniendo en cuenta lo que comen y beben en la calle parece bastante útil.















Wall Street en 2009 y en 1993 (los curritos siguen comiendo en la calle pero ahora más ordenaditos, y entonces se echaban una partidita al backgammon)


Para que no echaramos de menos las obras, allí también les ha llegado esta fiebre.











Algo que también noté muy cambiado fue el ambiente de Central Park. La vez anterior era una auténtica fiesta todos lo días, en el mes de agosto había conciertos gratis y fiestas organizadas cada fin de semana. Ahora está invadido de corredores, patinadores, ciclistas, carritos de caballos, etc. un recinto cerrado para conciertos, en fin, otra cosa.


Como muestra estas fotos:




La que canta es ni más ni menos que Joan Baez
Hay un detalle importante y que también influye mucho en cualquier viaje que hagamos ahora, es la cantidad de turistas que te encuentras por todos los sitios. Si no, mirad las fotos hechas en la terraza del Empire en 1993 y ahora.









Bueno, a pesar de estas peguitas, he disfrutado muchísimo y volvería en cualquier momento. Os lo recomiendo.

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