Después de varias entradas dedicadas a los faros de Rafa porque no tenía experiencias propias que contar, me toca hablar en primera persona. Ya era hora.
El viajecito veraniego de los cuatro hermanos "pequeños" llegó. Como casi siempre bien acompañados de Jany y Manoli.
Yo, y casi todo el mundo, conocemos Bilbao, pero la provincia de Vizcaya era una desconocida para mí. Como todo en esta vida está relacionado, hace unos meses mi amigo Rafa (el de los faros) me habló de una de las novelas que había leído para documentarse y precisamente se desarrollaba en esta zona. La costa de Vizcaya y más concretamente en la zona de Urdaibai Reserva de la Biosfera.
El plan ha sido el siguiente: Bilbao, Bermeo y San Sebastián como puntos de alojamiento. Bueno San Sebastián ha sido una espuelilla de una noche, pero bueno algo es algo. Lo curioso es que elegí este último día para evitar los atascos del viernes 29 (fin y comienzo de vacaciones) y no pensé en la cantidad de emigrantes que este año volvían a su tierra, a Marruecos y Argelia, después de más de dos años sin viajar. Y claro, el paso por España desde el norte de Francia y Suiza era el sábado. Impresionantes los atascos en los peajes, las gasolineras...en mi vida había visto algo igual. No podías parar ni a mear de las colas que había en los baños. Al ir familias enteras con niños pues el viaje se hace más lento. En fin, tomo nota por si acaso me vuelve a pillar. Cuatro horas de San Sebastián a Burgos.
El apartamento de Bilbao estupendo, 4 dormitorios y con plaza de garaje, lo contraté a través de Airbnb. Zona del ensanche (Iparraguirre Kalea) por lo que cualquier paseo nos pillaba a mano. Os dejo el link por si os interesa
Luisi se apuntó un poco más tarde y buscamos uno para ella, en Bibao no tuvimos suerte y le dieron un cuchitril vergonzoso, aunque nos quejamos a través de Booking la empresa no cedió ni un pelo. Os doy el nombre para que no os pase.
BILBAO METROPOLITAN by STAYNN APARTMENTS
Vamos a lo bueno, visita guiada por el casco viejo de Bilbao muy entretenida, un freetour contratado a través de la web Civitatis. La guía muy amena y bien documentada.
Un paseo en barco por la ría también agradable pero con un inconveniente, las informaciones las daban a través del móvil tras conectarte a un código QR. No se escuchaban bien.
También subimos al monte Artxanda en el antiguo funicular para ver Bilbao a tope. Por cierto, allí tomamos un vinito en un restaurante que se llama Txakoli muy bonito, yo creo que es el más antiguo del lugar. No sé la calidad de la comida porque sólo nos tomamos una gilda de aperitivo pero el lugar merece la pena.
Otro lugar curioso es el edificio de la Alhóndiga, un antiguo almacén de vinos reformado y adaptado para centro cultural. Esto es una piscina que hay en la azotea con el fondo de cristal.
Después de los paseos variados nos hemos dado unos cuantos caprichos gastronómicos, os dejo las referencias más interesantes:
- Restaurante Aitor Rauleaga En el Hotel Abando, muy bien atendido y comida riquísima.
El alojamiento tenía algunas cosas buenas como las vistas y la zona de aparcamiento en la misma puerta, pero a pesar de que se ofrecía con capacidad para seis personas la distribución no se correspondía. Caber se cabía pero la habitación principal estaba en una zona de paso y sin puerta alguna, el sofá cama en la zona de vistas del salón, la habitación de dos camas era una cama nido un poco incómoda. En fin, un poquito raro. Menos mal que estamos muy bien avenidos y no tenemos problema para adaptarnos.
Todo compensado con los paisajes y la belleza de la zona. Estupenda la línea de tren que recorre toda la vía y te permite visitar Mundaka o Gernika sin tener que utilizar el coche.
El primer homenaje nos lo dimos en el Restaurante Asador Portuondo, el mejor de la zona y con unas vistas preciosas. Está al lado de un camping muy bonito y tiene una zona de aparcamiento (aunque a veces lleno), para llegar andando es un poco incómodo pero merece la pena.
Pescado, carne, foie... todo riquísimo.
Y después de tan arduo trabajo no nos quedó más remedio que irnos a la Cofradía de Pescadores San Pedro a reponer fuerzas. Sufriendo siempre.
Todo exquisito.
No me acuerdo del nombre del restaurante de Mundaka, sí de que fue muy barato y de que en el muro de entrada había este cartel de convocatoria que me encantó.